Las instituciones vascas, Gobierno Vasco, Diputaciones Forales y Eudel, se han comprometido a analizar los efectos de la última reforma fiscal y han rechazado llevar a cabo una reforma “profunda”, pese al incumplimiento de las previsiones de recaudación de 2016.

Las Haciendas Forales recaudaron durante el ejercicio pasado 12.950,7 millones de euros, 547,3 millones menos que los 13.498 millones de euros de la previsión inicial. Lo recaudado también es inferior a la corrección que se efectuó el pasado mes de octubre, 13.025 millones de euros, recaudándose 74 millones menos. En comparación con el ejercicio de 2015, la recaudación se incrementó un 2,7%.

La Hacienda Foral de Bizkaia fue la que más aumentó su recaudación, con un 3,1%, mientras que la Hacienda Foral de Gipuzkoa aumentó un 2,3% y la de Araba un 2,2%.

Pedro Azpiazu, consejero de Economía y Hacienda, ha manifestado que sobre una posible reforma fiscal, en ésta deberían participar “todas las instituciones afectadas”, refiriéndose tanto a las competentes en elaborar la normativa, como aquellas de cuyos recursos dependen estas decisiones, “teniendo muy claro que en esta cuestión, las que legislan son las Juntas Generales”.

Unai Rementeria, diputado general de Bizkaia, ha dejado claro que no contempla elevar la presión fiscal a las empresas y llevar a cabo una reforma del Impuesto de Sociedades, en la línea de lo manifestado esta semana por el presidente de Confebask, Roberto Larrañaga. La reforma fiscal no podrá realizarse al menos exclusivamente a partir de un incremento de la presión fiscal a las empresas.

Este posicionamiento no lo comparten los representantes de las Diputaciones Forales de Gipuzkoa y Araba, ni tampoco el Gobierno Vasco, que están más dispuestos a realizar modificaciones técnicas en las fórmulas de aplicación del Impuesto de Sociedades dentro de una reflexión aún pendiente sobre los efectos logrados por la reforma fiscal impulsada en 2014.

Markel Olano, diputado general de Gipuzkoa, y Ramiro González, diputado general de Araba, han manifestado que la reflexión de una reforma fiscal debe tener en cuenta todos los factores que inciden en ella y que debe ser compatible con el impulso al crecimiento que tiene en las empresas su pilar más importante.

Mikel Noval, responsable de Estudios de ELA, ha denunciado que la “decisión del Consejo Vasco de Finanzas de aplazar el debate sobre el Impuesto de Sociedades es un escándalo, y es una muestra de que en dicho organismo se imponen las tesis de la patronal Confebask, que es quien realmente manda”.

Por su parte, el responsable de la Secretaría de Comunicación de CC.OO. Euskadi, Óscar Arenas, ha manifestado que “sí hay margen” y que además, “es indispensable” explorar una reforma fiscal en Euskadi.

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